OBISPO , DON PEDRO CASALDALIGA
De: Felix Sautie [mailto:felixsau@enet.cu]
Enviado el: domingo, 9 de agosto de 2020 1:46
Para: 'fsmederos@gmail.com' <fsmederos@gmail.com>
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Asunto: 69.- DON PEDRO CASALDÁLIGA UNO DE LOS PADRES DE LA TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN LLEGÓ A SU META FINAL….
69.- DON PEDRO CASALDÁLIGA UNO DE LOS PADRES DE LA TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN LLEGÓ A SU META FINAL….
Mi COMENTARIO DEL DÍA. Félix Sautié Mederos.
Por más que quisiera, no puedo obviar las despedidas de mis afectos, a los que sobrevivo con mis 82 años. Últimamente la partida definitiva a la Gloria de los Justos se ha convertido en desfile casi ininterrumpido, que anuncia el final sobre la tierra de cuerpo presente de mi generación forjada a mediados del Siglo XX. Son muchos y muy importantes, todos públicamente anunciados; y yo despidiéndolos en mis crónicas y artículos. Es como si fuera un portero de la salida final, que me toca decirles un “Hasta Luego” porque no me quedaré tampoco, nadie se va a quedar. Lo importante es hacer bien la obra de la vida para que la muerte no se haga verdad; y los que estoy despidiendo se van; pero se quedan, y no es contradictorio porque han hecho bien su obra de la vida.
Desde “Evangelio y Liberación en Madrid”, casa española de la Teología de la Liberación, incardinada a Don Pedro Casaldáliga, me han avisado de su partida definitiva por causa de su muerte muchas veces anunciada; incluso en su poema PROFECÍA EXTREMA RATIFICADA, el que culminó expresando:
Dios dirá a mis amigos:
Certifico:
que vivió con vosotros esperando este día//
De golpe con la muerte,
se hará verdad mi vida,
Casaldáliga profesó siempre amor entrañable hacia Cuba, su Revolución y en especial a Fidel y al Che. La vida me reservó la oportunidad de ser un testigo y un discípulo de Don Pedro. Solo quisiera recordar en estos momentos lo que le escribió a Fidel en diciembre de 1996: Fidel, a esta altura de tu vida y la mía, y de la marcha de nuestros pueblos y de las Iglesias más comprometidas con el Evangelio hecho vida e historia, tú y yo podemos muy bien ser al mismo tiempo creyentes y ateos. Ateos del dios del colonialismo y del imperialismo, del capital ególatra y de la exclusión y el hambre de las mayorías…Y creyentes por otra parte, del Dios de la vida y la fraternidad universal. Con un mundo humano único, de dignidad respetada por igual de todas las personas y de todos los pueblos…
¡Adiós Don Pedro!, que también es mi hasta luego. Dios está contigo y tú con Dios por el amor, la justicia y la Paz entre todos los seres humanos.
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