NOTA DE DOLOR Falleció en La Habana, Cuba, a los 84 años de edad, Carlos Carrasco Figueroa, a quién en una época, llamábamos cariñosamente “Carrasquito.” Su hermano había muerto en el desembarco del yate Granma. Carlos fue, desde muy temprana edad, un luchador incansable por la justicia social y la dignidad ciudadana. Se enfrentó valientemente a la dictadura batistiana. Estando en un apartamento-refugio, junto a otros compañeros, es sorprendido por la policía represiva del régimen. Fue hecho prisionero, pero no sin antes enfrentarse a tiros con los represores hasta quedarse sin balas. Como era habitual, fue torturado, aunque pudo resistir sin delatar a sus compañeros. Sufrió prisión en la cárcel ubicada en el Castillo del Príncipe en La Habana. En 1958, el régimen dictatorial decida hacer unas elecciones espurias y por tal motivo ofrece una amnistía a los considerados presos políticos, pero estos presos corrían más peligrosos en las calles que en las prisiones. Carrasco se asila en la
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