LAS DIFERENCIAS ENTRE LAS CIFRAS DE PDVSA Y OPEP SE EXPLICAN EN LOS BARRILES SALTARINES DE DELSA SOLORZANO(Eligio Damas)
Las diferencias entre las cifras de PDVSA y OPEP se explican en los barriles saltarines de Delsa Solórzano
Eligio Damas
Con frecuencia, desde hace unos años atrás, las cifras que PDVSA y la OPEP ofrecen a la opinión pública, con respecto a la producción petrolera venezolana, no coinciden. Están como empeñadas ambas instituciones u organismos en llevarse la contraria o no coincidir, por lo que cualquiera pudiera creer que el cartel petrolero le hace oposición al gobierno o tiene unos sistemas de medición distintos a los de la empresa petrolera venezolana.
Asì mismo, mientras Maduro vaticina un crecimiento del PIB del 4% para este año, la CEPAL dice que será del 3%. Sólo que, en este caso, la discrepancia es apenas de un punto.
Lo cierto de todo eso es que, aparte de nunca coincidir, cada vez que la OPEP le enmienda la plana a PDVSA y le dice, con todo respeto, “no señor, usted no produjo esa cantidad, sino esta, pese tiene derecho porque sigue por debajo de la cuota que le corresponde”, en PDVSA y el gobierno se opta por callar, no salen a denunciar que el cartel les sabotea y se presta a las maniobras de los gringos o mejor, del imperio. Quien calla otorga.
Esa mansedumbre gubernamental ante los anuncios OPEP, hasta ahora ha sido así, por lo menos es lo que percibimos, porque la OPEP no se inmiscuye en la diatriba política venezolana y sólo hace uso de su obligación de informar con veracidad. Y por estas dos cosas, uno toma los datos del cartel petrolero como ciertos. Por eso cuando el gobierno ofrece sus cifras, siempre optamos por esperar las que habrá de dar la OPEP.
Por ejemplo, antes que finalizara el año, el Presidente de PDVSA, Tareck El Aissami, anunció, no sé si decirlo a la manera usual, “con bombos y platillos”, que habíamos llegado a la cifra de más de un millón de barriles diarios, el presidente se hizo eco de tal anuncio y lo repitió como muestra de cuanto estábamos avanzando, pese que él mismo es reiterativo al decir que, el “rentismo petrolero ha muerto”. Lo que no deja de asombrarme porque uno, si es realista, no debe esperar mucho o nada de los muertos. Los muertos, muertos están y se quedan muy solos. Y se sabe que los muertos no hacen milagros.
Ante tal anuncio, expertos petroleros como Einstein Millán Arcia, haciendo uso de cifras y argumentos de distinta naturaleza, afirmaron que tal cifra no podía ser cierta. Que la industria venezolana no estaba en capacidad de llegar ahora a esa meta. De la misma manera que ahora, cuando desde PDVSA y por boca del presidente se promete que este año llegaremos a los 2 millones de barriles, Mendoza Potellà, asegura que tal objetivo es como un imposible, dada las carencias de distinto tipo que prevalecen en nuestra industria petrolera.
Es bueno hacer alusión, cómo expertos petroleros, que nos tienen habituados a opinar en favor de las políticas del gobierno, hacen señalamientos acerca de las deficiencias en el proceso productivo en la Faja Petrolífera del Orinoco, lo que no sólo incide en la baja producción y calidad de lo que se extrae, sino que ha dejado de ser del interés hasta de los “aliados” chinos.
https://www.aporrea.org/energia/a309217.html
Ante aquel anuncio de PDVSA, por intermedio de El Aissami, su presidente y la puesta en duda de aquello, por parte de Millán Arcia, quien esto escribe, “estulto”, como gustaba decir a mi suegro, en eso del negocio y las cifras petroleras, opté por lo de siempre o mejor, por lo que vengo haciendo desde hace tiempo, esperar el correspondiente de la OPEP.
Según fuentes distintas al gobierno, estas cifras han sido dadas “En diciembre, de acuerdo con las fuentes secundarias la producción fue de 681.000 b.d, lo que representa 20.000 b.d más que el mes previo (3%).”
https://economiahoy.digital/cuanto-petroleo-pr^
Es decir, ha habido un aumento, pero no hasta el límite que se anunció desde PDVSA y sí, en concordancia, con lo que han afirmado los expertos petroleros antes mencionados.
Uno, que nada sabe de eso y está sujeto a lo que informen otros, pero ante el temor que medie mucho la mentira o simple desinformación por esas causas de Dios, ha estado cavilando sobre el asunto. Pues nos cuesta mucho creer que en eso el gobierno sea tan intrépido e importuno de hacer afirmaciones que casi en lo inmediato la OPEP, con todo el peso y autoridad que tiene, desmentiría.
El tanto pensar sobre el asunto, manejando hipótesis sustentables o no, instintos, brujerías y también chismes, nos ha llevado hasta la dirigente política, que uno ahora, en este momento, no sabe a cuál partido pertenece, porque de esos pareceres cambia como de vestimenta, la señora Delsa Solórzano. Pues Delsa es como Tarzàn, ruego se entienda bien, va de rama en rama, cambiándose de partido, lo que es distinto a saltar la talanquera, lo que generalmente está referido a un sólo salto, aunque no sea muy largo como los que suele dar Yulimar Rojas. Saltar la talanquera, implica un salto abrupto, de repente, como pasarse para el enemigo y hasta el más extremo, por lo que debe ser muy largo y alto, de aquel que han dado tantos aliados del gobierno, como Ismael García o esos corruptos que se fugan a EEUU con sus maletines llenos de real y allá se declaran perseguidos políticos.
Esa dirigente opositora, que para más méritos, ha estado siempre del lado de quienes han querido salir de Maduro “a como salga”, “salga sapo o salga rana”, nos hizo saber que los tanqueros petroleros al llegar a nuestros puertos llenaban sus bodegas con barriles metálicos, a su vez surtidos estos de petróleo. Uno, siempre ignorante, por algo no es dirigente político y menos tan buscado como ella, lo que la lleva a cambiarse en veces por solo atender gentiles peticiones, creía, por lo que nos dijeron en la Escuela República Argentina de Cumaná, donde estudiamos la primaria por allá en la década del 40 del siglo pasado, que los barcos llenaban sus tanques sólo del pesado combustible y la palabra cilindro se refería a la unidad de volumen para medir la cantidad depositada en ellos o la capacidad de los mismos.
Entonces, siendo así o guiándonos por ella, uno puede entender lo que sucede. El por qué el gobierno da unas cifras y la OPEP otras. Es un problema de merma en la carga. PDVSA llena los barriles metálicos de Delsa Solórzano que, de tanto uso y golpes que llevan al caer al piso, chocar unos con otros, están corroídos, llenos de orificios, por el jamaqueo de las olas y el tiempo que pasan en las bodegas de los barcos, no en tanques, dejan salir petróleo que se va quedando en el mar a lo largo del viaje. De manera que, cuando llegan al puerto de destino, sitio donde mide la OPEP, no por las cifras oficiales, tomadas a boca de pozo - esto lo piensa uno porque es la única forma de hacerlo coherente – este organismo halla una cantidad inferior a la que PDVSA dice haber embarcado. Es decir, de los puertos de llenado de Venezuela, en oriente u occidente, hasta aquellos donde llegan, los barcos van dejando un reguero de petróleo en el mar que la OPEP, al medir en estos últimos espacios no halla y por tanto da una cifra inferior.
Entonces, el gobierno no miente, sòlo calla, por no reconocer que los barriles de Delsa están agujereados; tampoco la OPEP y no es que esta se quiera también pegarse a la honda de tumbar a Maduro, sino que los barriles de Delsa, como tantas cosas, hasta los partidos mismos y mucho dirigente, ya están obsoletos, corroídos, corruptos y como esos malos “shorstop”, dejan pasar entre las piernas hasta esos “rolincitos” que les dicen un “simple ratoncito”.
¿Pudiera haber otra explicación? ¡A lo mejor Delsa la tiene!
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