JUAN GUAIDO, SEGUN EL PAIS , EN SU PRIMERA PAGINA ,SE CONTAGIO DE COVID "A TRAVES DE LAS REDES SOCIALES "(Eligio Damas)

Juan Guaidò, según “El País”, se contagió de Covid “a través de las redes sociales” Eligio Damas El diario madrileño “El País”, en su primera página, la de apertura, resalta un titular según el cual, “El líder opositor venezolano Juan Guaidó da positivo en coronavirus”, asunto y los otros insertos en la noticia que comentaremos se pueden verificar siguiendo este enlace: https://elpais.com/internacional/2021-03-28/el-lider-opositor-venezolano-juan-guaido-da-positivo-en-coronavirus.html De eso, hay muchas cosas que llaman la atención, primero como que un diario de tanta audiencia y alcance, porque una y otra cosa son casi lo mismo, dedique ese espacio, el de las noticias más importantes del día alrededor del mundo, a un asunto que en Venezuela misma no tiene tanta resonancia habiendo tantas dificultades, contaminados y hasta muertos de gran relevancia. Es como más llamativo que, “El País”, le dé demasiada resonancia al asunto y al personaje mismo. Pareciera para “El País” que, en Venezuela, donde han muerto, no tantos como en otras partes, en la España misma, buenos ciudadanos, es ahora cuando, por el mal, hemos sido afectados y, más que todo, por “los altos quilates culturales o científicos del infectado”. Quienes entramos casi diariamente a ese espacio, buscando información de distinta índole, ya no nos sorprende encontrar información sobre Venezuela, pero casi toda ella, relacionada con el jocosamente llamado “presidente interino”, como insistentemente le llama el diario español que, de paso, como quien repite en el coro, anota lo de ser reconocido como tal “por Estados Unidos y algunas naciones latinoamericanas”, habiéndosele olvidado esta vez que también por la UE, incluyendo a España. Y, no nos sorprende la relevancia que allí se le da, porque hemos venido pensando desde tiempo atrás que, dada la injerencia del gobierno español, la UE y el señor Borrell, en los asuntos de Venezuela, “El País” no tiene un corresponsal para Venezuela en Caracas sino sólo, exclusivamente, para Guaidò y todo lo que a este concierne. Y cuesta creer que sea por él y no por otra cosa. Salvo qué él, dicho así para que nada se quede en el teclado, se ocupe, “cuidadosamente” que “El País”, de él, “se ocupe” con tanto esmero. Por cierto, de lo jocoso que hay en el triste asunto, que es triste, de hecho, por tratarse de la enfermedad de un ser humano, en la nota del diario madrileño, se dice textualmente “El líder opositor venezolano……, ha anunciado sobre su contagio a través de las redes sociales”, lo que podría provocar pánico y hasta convertirse en algo terrorífico. Pues el texto pareciera decir que, Guaidò adquirió la enfermedad por las redes o a “través” de ellas; como que el virus le llegó por twitter, Facebook, Instagram o cualquiera de esos medios. A lo mejor se lo mandó Maduro en procedimiento algo así como un copia y pega de un comando virtual, tan eficiente como torpe fue el real Gedeón del propio Guaidò y Pompeo. En vista que nadie le ve desde hace mucho tiempo, pues su “cuarentena” empezó antes se anunciase la pandemia, se teme que, siendo como dice el texto, pudiera difundirse el temor que el móvil y el ordenador son agentes transmisores del Covid. Y este servidor, viejo al fin, como decir mandado a hacer para que lo acoquine el mortal virus, al leer la noticia, en lo inmediato apagó su máquina y solo la volvió a encender después de haberse puesto el tapaboca, unos guantes y a ella rociado con alcohol. Pero hay cosas más graciosas, como que uno no sabe si el diario que, tanto empeño pone en resaltar a Guaidò, más que por este mismo, por llevarle la contraria a Maduro, tenido como enemigo de la UE y factores determinantes de la política y economía española, de la misma manera que EEUU y sus gobiernos, por lo menos hasta ahora, intenta zafarse del lazo, sabiendo la realidad de lo que adentro acontece y no puede sustentar eso de líder opositor que, “sigue llevando la batuta en los sectores antichavistas y es respaldado por los partidos opositores más grandes”, agregando y no precisamente “como quien no quiere la cosa”, “aunque ha perdido popularidad y apoyo de la oposición.” Se sabe bien que, por la magia de las redes, si no se inocula el virus del Covid, si el de la “información”, emanada de medios que, como “El País”, se propongan, dado que por eso existen y hasta subsisten. Pero también que la verdad prevalece, pues se puede engañar una y otra vez, pero no siempre, menos con cosas como esas que Guaidò es “respaldado por los partidos opositores más grandes”; cuando la verdad es que no pasan, cuando mucho, del 15% de los nacionales. Otra de las cosas graciosas del texto, escrito como por encargo, quizás porque como dijimos, “El País”, pareciera tener en Venezuela un corresponsal sólo para ocuparse de Guaidò o este tiene uno en el diario español, es lo de “El Gobierno de Nicolás Maduro lo considera su enemigo número uno. Quien vive en Venezuela y tiene dos dedos de frente, sabe que Guaidò no es nada de eso; quizás pudo haber sido una herramienta importante del “enemigo número uno” en el pasado, cuando la oposición de la cual ha formado parte tenía capacidad de movilización, convocatoria y conservaba cierta unidad. Hoy el cuadro es diferente. Esa oposición se fragmentó y la determinantemente mayoría de los venezolanos que hoy se oponen al gobierno de Maduro, no atiende para nada al llamado de Guaidò; y la debilidad de este es tal que, se está sintiendo arrastrado a deponer su actitud guarimbera y violenta. Y esto es tan cierto que, en el ya tantas veces aludido texto del diario español, como “sin querer queriendo”, para decirlo cono Chespirito, se expresa como con algo de nostalgia, “Aunque sigue ejerciendo el liderazgo formal de la oposición, y lleva adelante una tenaz agenda de micro- actividades organizativas y trabajo parlamentario, Guaidó ha perdido mucha capacidad de convocatoria en este tiempo.” ¿A qué alude cuando habla de trabajo parlamentario? De Guaidò pareciera mofarse el diario madrileño. Pero no es ese el fin, sino insistir en lo virtual, vender la falsa idea que maneja un parlamento, el mismo que sustenta su “presidencia interina”. La vida es sueños, dijo Calderón. El diario El País, sabe bien que ese personaje nunca tuvo “capacidad de convocatoria”. Sus únicos “intentos” de aportar algo a la cultura y política venezolanas fueron aquellos dos gestos como “histriónicos”, el primero, de muy mal gusto y por demás vulgar, de aparecer liderando un grupo que protestaba contra el gobierno posando las nalgas ante las cámaras y luego en aquel acto, por demás cómico, donde se autoproclamó de presidente interino, siguiendo el libreto elaborado y refrendado en el Departamento de Estado. Si es valedero decir que el débil liderazgo del actual presidente de Venezuela, lo es por ser producto de la herencia dejada por Hugo Chávez, derivada del discurso o mensaje de aquella aciaga noche cuando partió por última vez a Cuba en su lucha por la vida, no uno ganado en la lucha diaria entre las multitudes y en amplias y abiertas discusiones con las vanguardias, sino en lo más íntimo, lo es más asegurar que el de Guaidò nunca ha existido, sino como invento e imposición de una oficina bajo el mandato del Departamento de Estado y la Casa Blanca, para darle sustento a una oposición por encargo contra el gobierno de Venezuela y eso lo sabe muy bien toda la gente que, a través de “El País”, de Madrid, por encargo, ha intentado vender la triste y desolada, en cualquiera de la acepción que se le dé a esta palabra, figura de Guaidò, como la de un líder y vocero delas mayorías de Venezuela. Si Venezuela tiene un enemigo número uno, ese se comenzó a forjar desde cuándo Bolívar, “volando sobre los continentes y el tiempo”, descubrió lo que significaría para nuestros países, si no consolidábamos la Patria Grande, la economía y política de Estados Unidos. Por supuesto, es triste y lamentable que, alguien se enferme y más por intermediación o contagio de ese agresivo virus; si lo sabe uno, que ha tenido que ver desde lejos, obligado por la familia, debido a nuestra avanzada edad, a los suyos sufrir sus efectos; y por lo inherente a nuestra cultura popular, herencia y formación familiar, estamos predispuestos a desear a todo ser vivo el derecho a la salud y la vida. Reply Reply All Forward