Félix Sautié Mederos, marzo 2, 2021
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Vilma Espín, Haydée Santamaría y Celia Sánchez durante la Revolución |
Para hablar de feminismo en Cuba es necesario remontarse a la época en que este término no existía, porque más allá de lo estrictamente lexicológico por expresarlo de una manera más comprensible, la mujer cubana no ha sido sólo una apacible ama de casa y madre ejemplar, ya que desde los albores de nuestra nacionalidad junto a los hombres fue y aún hoy lo es, una combatiente ejemplar que ha luchado activamente por su emancipación en contra de cualquier esclavitud y sojuzgamiento.
Un antecedente irrebatible en la Historia, de su voluntad de lucha, lo encontramos tan temprano en la Constitución de Guáimaro el 10 de abril de 1869, en la localidad del mismo nombre de la provincia de Camagüey, Cuba. Fue la primera Asamblea Constituyente en la historia de Cuba, y su resultado principal fue la redacción de la primera Constitución cubana, que fue votada el mismo día 10 de abril. A partir de entonces la República en Armas fue reconocida por varios gobiernos y marcó su huella en el proceso evolutivo del pensamiento cubano[1].
Ana Betancourt de Mora, no pudo ser participante de aquella Asamblea Constituyente, por no haber sido elegida como delegada, pero escribió una Carta para que su esposo Ignacio Mora leyera en reunión tan trascendental, que en uno de sus párrafos expresó y cito textual: Ciudadanos: aquí todo era esclavo; la cuna, el color, el sexo. Vosotros queréis destruir la esclavitud de la cuna peleando hasta morir. Habéis destruido la esclavitud del color emancipando al siervo. Llegó el momento de libertar a la mujer[2].
Algo que en sí mismo fue de una luz especial para la lucha emancipadora, pues Ana Betancourt fue una luz en el combate de nuestros más de cien años de lucha, que como dijera José Martí aún después de su muerte (Madrid 7 de febrero de 1901) da luz de aurora. Fue otra mujer heroica en el combate por Cuba Celia Sánchez, quien por sus gestiones logró repatriar sus restos en 1968 y depositarlos en el Panteón de las Fuerzas Armadas Revolucionarias en la necrópolis Cristóbal Colón, de La Habana. Desde entonces ya en su tierra por la que tanto luchó, Ana Betancourt es una presencia permanente que nos recuerda que, en Cuba, la mujer cubana ha estado siempre en combate y que su emancipación la obtuvo en la lucha revolucionaria junto a los hombres.
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Ana Betancourt, pionera del feminismo en Cuba |
En consecuencia, el feminismo en Cuba, aunque no con ese nombre, tiene fundamentos históricos que, en mi opinión, podemos decir que va más allá de la significación actual de ese término, con la acción concreta y directa de la retaguardia necesaria, con el ejemplo imperecedero, en definitiva, de la lucha activa permanente.
Ana Betancourt, en mi criterio, encabeza en el tiempo un destacamento femenino que ha dado ejemplo, inspiración y luz a la mujer cubana, combatiente siempre ejemplar e inspiradora para nuestras luchas que hoy, con su ciencia y su accionar, se enfrenta masivamente a la pandemia de Covid-19 que nos amenaza con destruir todo lo que hemos logrado.
Por tan sólo mencionar algunas mujeres que son iconos de nuestra Historia de todos los tiempos, tenemos a Mariana Grajales, madre de los Maceo, que entregó todos sus hijos a la lucha; Celia Sánchez, quien siempre junto a Fidel fue ejemplo de combatiente, de la cual tenemos mucho que aprender los revolucionarios cubanos; Vilma Espín, también combatiente directa en la Sierra Maestra, quien toda su vida la entregó a una lucha permanente por la emancipación de la mujer cubana desde su Federación de Mujeres Cubanas, una organización de combate permanente que ha llegado hasta nuestros días con un accionar concreto que mantiene en combate a las mujeres cubanas por la igualdad, la participación y su emancipación definitiva. Haydée Santamaría, combatiente también directa en la Sierra Maestra y fundadora de la Casa de las Américas, la más importante institución cultural de Cuba y en mi opinión de América para el fomento y el resguardo de la cultura que nos hace un Continente con fundamentos y derecho propio de existir sin amos ni jefaturas extemporáneas que el imperialismo nos quiere imponer.
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Fidel en la inspiración de José Martí ha expresado una frase que en síntesis plantea la significación de la mujer en la lucha que aún hoy estamos enfrentando frente al norte revuelto y brutal que nos desprecia: Sin la mujer, la obra ingente de la Revolución no habría sido posible.
Fidel ha expresado algo que en mi opinión es esencial, Cito textual: Sin la mujer, la obra ingente de la Revolución no habría sido posible. A lo largo de estos años difíciles, no ha habido tarea económica, social y política, no ha habido logro científico, cultural y deportivo, no ha habido aporte a la defensa de nuestro suelo y de la soberanía de la Patria, que no haya contado con la presencia invariablemente entusiasta y patriótica de la mujer cubana. Nadie como ella ha hecho los mayores sacrificios en el periodo especial que estamos aun viviendo, ni se ha empinado tanto hasta convertir en hazaña el esfuerzo cotidiano.
Celia Sánchez con el Ernesto «el Che» Guevara
Finalmente quiero añadir otro párrafo de Fidel quien en mi opinión ha sido el máximo impulsor de la liberación de la mujer en Cuba, así como ejemplo y guía de todo lo que nos queda por alcanzar. Cito textual: La Revolución tiene en las mujeres cubanas hoy día un verdadero ejército, una impresionante fuerza política. Y por eso decimos que la Revolución es sencillamente invencible. Porque cuando la mujer adquiere ese nivel de cultura política y de militancia revolucionaria, quiere decir que el país ha dado un salto político muy grande, que nuestro pueblo se ha superado extraordinariamente, que la marcha de nuestra patria hacia el futuro no la puede ya detener nadie[3].
Haydée Santamaría, fundadora de Casa Las Américas
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[1] Wikipedia [2] Miguel Febles, artículo tomado del periódico Granma [3] Discurso pronunciado en el acto de clausura del II Congreso de la Federación de Mujeres Cubanas, Teatro Lázaro Peña, 29 de noviembre de 1974
______________________________________________________________________________________________ Licenciado en Ciencias Sociales, especializado en Economía, y licenciado en Estudios Bíblicos y Teológicos. Corresponsal Permanente en Cuba de la Revista Tiempo de Paz de la cual es miembro de su Consejo de Redacción. Publicación trimestral del Movimiento por la Paz, el Desarme y la Libertad (MPDL de España). Sociólogo, teólogo laico y periodista, con múltiples crónicas y artículos periodísticos publicados en diversos órganos de prensa de Cuba y otros países, principalmente España. Ha colaborado con publicaciones del Sur en Andalucía España; ha colaborado con el periódico POR ESTO!, Mérida, Yucatán y su suplemento cultural Unicornio, en donde publicó sus memorias por entregas semanal con el título La Espiritualidad Prohibida. Además, colabora también con las revistas católicas en Cuba tales como VITRAL de la Diócesis de Pinar del Río y Laboren Voz del Movimiento de Trabajadores Cristianos. Cuba. MTC; La Agenda Latinoamericana de la Teología de la Liberación. APIC Alternativa. Agencia de Prensa Continental. Missione Oggi del Centro Saveriano de Animación Misionera de Roma. Tiene publicados varios libros en España: Sin Tiempo para Morir (novela testimonio) 1999; Evangelio y Revolución, en colectivo de autores con Pedro Casaldáliga y Benjamín Forcano, 2000; Cuba: Problemas y Retos, 2001; Palabras de Esperanza, 2005; Futuro del Socialismo y la Religión Cristiana en Cuba en colectivo de autores 2001; todos en la Editorial Nueva Utopía de Madrid; Curso de Administración y Gestión de Proyectos ISEBIT La Habana. Socialismo y reconciliación en Cuba. Una mirada desde adentro, Editorial los Libros de la Catarata, Madrid 2007. Tiene terminados y pendientes de publicación los textos: Ética Política Cristiana y Revolucionaria, Periodista Soy, no puedo negarlo; Militante soy, no puedo negarlo; y Cristiano Soy, no puedo negarlo. Ha trabajado en actividades políticas, de prevención social y preservación de la Paz en instancias intermedias y nacionales de Cuba. Es militante fundador del Partido Comunista de Cuba y miembro de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana, ACRC. Fue director del Semanario Mella 1964, del periódico Juventud Rebelde 1965-1966, La Habana; director de la revista cultural El Caimán Barbudo (1966), La Habana; director del periódico “El Bayardo” de Camagüey 1970; Director Nacional de Escuelas de Arte y Vicepresidente del Consejo Nacional de Cultura de Cuba (1972), Vicepresidente del Poder Popular en la Isla de la Juventud (1975), Director fundador de la Editorial José Martí de Publicaciones en Lenguas Extranjeras (1982), La Habana, así como profesor de Cooperación al Desarrollo y de Ética Cristiana en el desaparecido Instituto Superior de Estudios Bíblicos y Teológicos La Habana. |
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