LA RESPUESTA A UNA LARGA ESPERA...EL ANTEPROYECTO DE LEY DE COMUNICACION SOCIAL(Felix Sautie Mederos)

To:you Details A LA ATENCIÓN DE FRANK La respuesta a una larga espera… El Anteproyecto de Ley de Comunicación Social… f0288498 MIS EXPERIENCIAS DEL MOMENTO “13”. Félix Sautié Mederos Soy periodista de muchos años, no puedo negarlo porque sería negarme a mí mismo. El tiempo de mi vida ha transcurrido vertiginosamente tal y como sucede por designios del destino de cada cual. Nací y me crie en una época (1938) en la que en Cuba y en América la Revolución cubana, sin duda alguna, ha sido el acontecimiento histórico más significativo. Tengo experiencias concretas con la prensa en Cuba de toda esta ápoca vivida; y me regocijo al conocer el Ante Proyecto de la Ley de Comunicación Social, presentado recientemente y sacado a debate por la población, muy especialmente entre los profesionales de la Comunicación social y específicamente los periodistas cubanos que hemos sido añorantes por mucho tiempo de una norma legal de esa índole en apoyo de nuestro trabajo en la sociedad. José Martí y Fidel Castro ejercieron ejemplarmente el periodismo y nos han legado una extensa labor en lo referido a la Comunicación social de sus épocas respectivas, que constituye uno de los máximos tesoros del movimiento revolucionario cubano en sus luchas por la independencia nacional en contra de los Imperios que han tratado de sojuzgarnos. Entre las múltiples ideas expresadas por Martí sobre la prensa, hay una en mi opinión, que define magistralmente cual ha de ser labor del periodista cubano. Cito textual: “El periódico debe estar siempre como los correos antiguos, con el caballo enjaezado, la fusta en la mano, y la espuela en el tacón. Al menor accidente, debe saltar sobre la silla, sacudir la fusta, y echar a escape el caballo para salir pronto y para que nadie llegue antes que él… Y de Fidel, quien también nos dejó un amplio legado de conceptos a seguir; en primer lugar su ejemplo concreto de especial destaque en el uso de los medios de comunicación social que durante toda su vida realizó, hay un planteamiento suyo en los primeros años de la Revolución, tan temprano como el 4 de enero de 1959 en un discurso en Camagüey que quiero recordar muy especialmente y cito textual:…”Bien merecen los periodistas la oportunidad de trabajar, el periodista trabaja para el pueblo, el periodista informa al pueblo. El pueblo solo necesita que le informen los hechos, las conclusiones las saca él, porque para eso es suficientemente inteligente…” En mi criterio muy personal estas dos ideas básicas constituyen dos fundamentos esenciales a tener muy en cuenta en los análisis que se abren al respecto del debate que se ha planteado sobre el Proyecto de Ley presentado. A partir de esos conceptos esenciales se fundamentarán mis concepciones, criterios y apoyos sobre el Proyecto en cuestión. Lo más importante que quiero destacar al respecto, es el hecho mismo de contar con un proyecto que en mi opinión establece con claridad las reglas de juego al respecto. Durante años hemos necesitado de esa norma legal, porque han sido múltiples los problemas que hemos atravesado al respecto. Muy especialmente con las concepciones burocráticas de algunos organismos y personas que se han considerado dueños de la comunicación social en sus áreas de dependencia y se han convertido en muros y obstáculos infranqueables para el ejercicio de un periodismo como el planteado por José Martí y Fidel Castro, de acuerdo con las ideas que he citado anteriormente. Quizás las normas establecidas sobre el particular sean en su contenido, uno de los más importantes logros que se alcanzarán con el ejercicio práctico de esta Ley en cuestión, sin menospreciar los demás aspectos que se definen y exponen en su contenido general. Son muchos los conceptos e ideas que se pueden plantear sobre el Proyecto en cuestión, pero personalmente en lo inmediato quiero comenzar por mi parte exponiendo lo que expreso en este comentario. Así lo pienso y así lo expreso inicialmente, con mis respetos para el pensamiento diferente y sin querer ofender a nadie en particular.