NO HAY MAYOR RETO QUE EL QUE NOS HACEMOS A NOSOTROS MISMOS (Carmen Beatriz Pacheco)

Carmen Beatriz PachecoGeorge Frank Diaz 2i5td dres fetcimbScrterpohmrotdcSnsi a olagrfds ieeg1cd2:S56i · En mi caminar… No hay mayor reto, que el que nos hacemos a nosotros mismos. Cuando nos decimos “no puedo por X situación”, inmediatamente estamos apostando en contra de nuestras vidas. Que debemos de ser cuidadosos, claro, hoy por hoy es muy necesario tomar todas las medidas de seguridad posible para evitar contagiarnos de cualquier cosa, muy especialmente del Covid. No hay nada peor que tener miedo porque éste se apodera de ese ser que siempre fuiste y te encarcela tras sus barrotes de angustia, desesperanza, ansiedad, depresión y es tan fuerte su presión que muchas veces morimos por ellos que por la amenaza principal “el Covid” Yo dejé de caminar, nadar, ir a mis encuentros con los amigos del Taller de escritura en el MUVA de Valencia, subir la montaña e incluso dejé de participar con mis tareas académicas, debo aclarar que el Planeta se había detenido, que no era solamente yo la que tuvo que interrumpir mí día a día, fueron todos los seres humanos. Lo primero que leí, en aquella noticia sobre la pandemia, fue “Las personas de la tercera edad son las que están más propensas a contraer el virus y sucumbir más rápido” Allí comenzó el miedo. Esta situación me trajo el sedentarismo, cosa que jamás había podido conseguir mi madre, que me quedara quieta. Comenzaron a salir los achaques olvidados en una bolsa de cuero que guindaba en la parte más recóndita de mi vida. Comenzó la tensión a subir y bajar, dolores que jamás tuve comenzaron a emerger. Pérdida del sueño, desgano hasta para vivir. Hasta que un buen día, mi hija, que tiene los pies bien puestos sobre la tierra me dijo –“Madre, ¿no crees que ya es suficiente de estar inactiva, no solo en la parte de ir a la calle, sino como estás tomando tu vida? Y viendo esos hermosos ojos color madera joven, no encontré ninguna excusa para refutarle su argumento y fue en ese momento que decidí retomar mi vida. Hoy, como dice la canción de Soledad Bravo “Salgo a caminar” con los cuidados respectivos, por las calles menos transitadas y el cuerpo y la mente me lo han agradecido al sentirse, ambos, estupendos. Ahora me levanto temprano y salgo a recorrer lugares que jamás les había tomado interés y logro ver el color, sentir la brisa que mueve los árboles y el aroma que alguno de ellos me invita al pasar. Ha sido una sorpresa ver las distancias que he podido recorrer. Antes el solo hecho de ir a comprar algo al centro me agotaba muchísimo. Cuidémonos, si sales a caminar o a comprar, anda por los lugares menos transitados. Mantén tu tapa boca en su lugar correcto. Sólo nosotros, individualmente, sabemos qué debemos hacer cuando estamos en la calle porque debemos seguir este precepto “Yo me cuido y te cuido. Tú te cuidas y me cuidas” A vivir amigos porque, como dice desiderata: “Por eso debes estar en paz con Dios, cualquiera que sea tu idea de Él, y sean cualesquiera tus trabajos y aspiraciones, conserva la paz con tu alma en la bulliciosa confusión de la vida. Aún con todas sus farsas, penalidades y sueños fallidos, el mundo es todavía hermoso. Sé cauto. Esfuérzate por ser Feliz” Carmen Pacheco 25 de febrero de 2021

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