LA IMPORTANCIA DE PENSAR Y CAMBIAR.

A LA ATENCIÓN DE FRANK 195.- La importancia de pensar y cambiar… lo que significa en la realidad cotidiana actual de Cuba Revolucionaria… cuba-socialismo-f-cubadebate MI COMENTARIO DEL DÍA, Félix Sautié Mederos La capacidad de pensar es un don esencial de la conciencia que nos caracteriza y diferencia de las demás especies. Pero el pensar, hay que aprenderlo y ejercitarlo como parte de la educación que debemos recibir desde pequeños. Pensar, también puede convertirse en la causa de una revolución de lo establecido y de la realidad propia de un momento en cuestión; así como también lo contrario, que podría ser inhibirse de pensar como parte de la ejercitación de una decisión oportunista, o como parte también de una decisión inducida por el miedo que nos ata e inmoviliza. Son pues, varias las acepciones y posibilidades importantes concretas, no las únicas, en el sentido del significado de las palabras; y, es esencial clarificarlas bien para lograr lo importante, que debe ser propiciar el ejercicio del pensamiento propio. Por lo general las burocracias inmovilistas, conservadoras, secretistas y autoritarias son los principales enemigos del pensamiento, especialmente del pensamiento propio que sojuzgan, limitan y/o condenan a veces con las más drásticas sanciones. Algo totalmente reprobable que es necesario identificar, denunciar y rechazar radicalmente. En Cuba luchamos hace ya más de 60 años, contra un Bloqueo criminal que propugna la creación de hambre y desesperación en el pueblo cubano para que accione contra el proceso revolucionario y culpe al Gobierno Revolucionario de las carencias y limitaciones que el propio Bloqueo crea. El Bloqueo y la guerra económica, incluso intensificadas en el grado máximo por el Gobierno de Mr. Trump y aun no modificadas por el nuevo Gobierno de Mr. Biden en los Estados Unidos, constiuyen el principal obstáculo que debe enfrentar la Revolución en estos momentos que, además, son estímulos causantes de muchos de nuestros errores y desenfoques, así como agravantes de nuestros errores, conservadurismos creados por nuestra propia cosecha. A muchos, de los que en la actualidad incursionan en los análisis de nuestras realidades, les molesta que se hable del Bloqueo y de la Guerra económica de los Estados Unidos; y ello junto con su negación y/o no consideración de estos enfrentamientos criminales de la mayor potencia del mundo contra nuestro pequeño país, en mi criterio muy personal es determinante para reconocerles o no objetividad a sus criterios específicos. Por eso, cada vez que incursiono en estos análisis y enfoques de lo que se plantea sobre nosotros, comienzo por la necesidad imprescindible de juicio correcto del reconocimiento sin ambages de estas agresiones fascistas y genocidas. En esto se fundamenta nuestra determinación de luchar con el espíritu de PATRIA O MUERTE, porque sin Patria la vida será cada vez más difícil. Considero en consecuencia, que vivimos en la actualidad en Cuba, unas circunstancias muy complejas e incluso determinantes para el futuro de la Revolución. Esto lo planteo con reiteración en los últimos artículos que he publicado últimamente y no me canso de ello, porque entiendo que es una percepción del riesgo socio político, tal y como diría en el caso de la Pandemia el Dr. Durán. Específicamente, el riesgo que estamos corriendo junto con la Pandemia de marras en el ejercicio de alcanzar una nueva normalidad, es el proceso contra el Bloqueo y la Pandemia de marras, de ajustes económicos y especialmente de la tarea Ordenamiento, tarea que una parte importante de la población no está viendo con buenos ojos ya que el contrapunteo entre salarios y precios especialmente de los servicios y de los productos de primera necesidad no les cuadra con sus posibilidades reales. Muy especialmente también, en un país cada vez más envejecido con muchos jubilados que ya no pueden trabajar y que no han sido considerados como se corresponde en mi criterio, en el lenguaje empleado por la Comisión de Implantación, así como en sus cálculos que constantemente han tenido que ser reconsiderados y que aún en mi criterio tienen un amplio espectro que rectificar, lo que es causante de un estado de opinión que es necesario cambiar reitero con hechos y no solo con palabras y explicaciones Precisamente el ejercicio de pensar para cambiar y de hacerlo como país, implica llegar al conocimiento cada vez más profundo de nuestros propios errores, así como al diseño y planteamiento de propuestas concretas de solución que necesariamentemente deben ser consideradas con especial priorización. El silencio, la callada como respuesta y como resultado de un conservadurismo galopante y evidente, constituyen negaciones que ponen en crisis la sobrevivencia misma de la Revolución. Pensar para el cambio implica específicamente el reconocimiento tácito de la necesidad del cambio como la solución necesaria. Es una contradicción propiciar el pensamiento sin el ejercicio práctico concreto de los cambios necesarios que propugnan el ejercicio ampliado del pensamiento propio en la población. En mi opinión muy personal, ese es un dilema esencial que día a día se hace imprescindible resolverlo adecuadamente, lo otro podría ser algo así como el adscribirse a la reiteración del cuento de “la buena pipa”. Así lo pienso y así lo expreso en mi derecho a opinar con mis respetos para el pensamiento diferente y sin querer ofender a nadie en particular. http://felixsautie.com/articulos.php?195-la-importancia-de-pensar-y-cambiar-lo-que-significa-en-la-realidad-cotidiana-actual-de-cuba-revolucionaria 1 Attached Images