UN SABIO QUE NO ADIVINA( Ciro Bianchi Ross)

APUNTES DEL CARTULARIO Ciro Bianchi Ross Un sabio que no adivina Dos mandatarios cubanos figuran en la charada. José Miguel, con el 45 (Presidente) y Miguel Mariano, con el 88 (Espejuelos) Cayó en mis manos por estos días una publicación curiosa. Lleva por nombre La lista y es el anuario de la desaparecida Renta de la Lotería Nacional, de La Habana, correspondiente a 1956. Por los anuncios que inserta, nos enteramos de que la Billetería Nacional se ubica o se ubicaba en «La esquina del dinero», en San Rafael y Amistad; y que Obispo y Villegas, donde se halla la billetería de Menéndez, es «La esquina de la suerte». Tanto una como la otra, al igual que la billetería Sevilla, en el hotel de ese nombre, y la billetería Mercantil Nacional, en San José y Zulueta —en los bajos del Centro Asturiano; hoy salas europeas del Museo Nacional— se proclaman en sus promociones como la que más billetes premiados ha vendido. «Muchos millones de pesos en premios distribuidos entre nuestros clientes…», dice la Billetería Nacional en su anuncio, mientras que Menéndez, «la casa que más premios da» afirma que «nuestra popularidad está basada en lo que constituye nuestro legítimo orgullo: repartir un millón de pesos todos los sábados durante los quince años de establecidos en Obispo y Villegas». Claro que no eran esas las únicas billeterías que existían en La Habana. También en Obispo, por solo mencionar algunas, se ubicaban también La Dichosa y El Globo, sin contar que pululaban los vendedores ambulantes de billetes y los portales de la Plaza del Vapor (Parque de El Curita) eran el mercado natural de esos boletos. El Hotel Sevilla operaba con un sistema particular. De no encontrarse el billete que se buscaba, en ese establecimiento hotelero se podía, de todas formas, jugar el número deseado siempre que se abonase el importe de la hoja completa, es decir, cien billetes. por 25 pesos, lo mismo que en la calle. Cesada la soberanía española, el gobierno interventor norteamericano suspendió en Cuba los sorteos de la lotería, cuyas ganancias, durante un siglo o más, enriquecieron las arcas del Tesoro español. Se reanudaron, ya en la República, durante el mandato de José Miguel Gómez, el 10 de septiembre de 1909. En ese sorteo fue el 10 967 el número premiado con el gordo. Como una curiosidad, La lista incluye la relación de números agraciados con el primero, segundo y tercer premios de la Lotería Nacional hasta 1955. Casi todas las cifras distinguidas son de cinco dígitos. Pocas tienen cuatro, y muy pocas, poquísimas, son de tres. Las de dos dígitos son excepcionales. Setenta fue el número premiado con el gordo en el sorteo del 31 de diciembre de 1921. En noviembre de 1920 hubo tres sorteos suspendidos. Transcurría entonces la presidencia de Alfredo Zayas. «El pesetero», como era conocido este mandatario, llegó al poder por el Partido Popular, el llamado Partido de los Cuatro Gatos, conocido así por lo raquítico de su membresía. Se dice y se ha repetido hasta el cansancio que en tiempos de Zayas el gordo cayó en Palacio al salir premiado el 4 444; los cuatro gatos pues cuatro es gato en la charada China. Solo que, y aquí viene lo interesante, ese número no aparece en la relación de premiados entre el 20 de mayo de 1921 y el 20 de mayo de 1925, periodo durante el que Zayas ocupó el poder. La charada China no era la única que se jugaba en Cuba, aunque parece haber sido la más extendida. Seis charadas coexistieron en la Isla hasta 1959 pues a la china se sumaban la India, la Americana, la Cubana, la Hindú y la matancera. Los números diferían de una a otra. Uno es «caballo» en la China, y también en la charada Hindú. Es «sol» en la India, y «camello» en la charada Americana, «tintero» en la Cubana, y «pescado chico», en la charada matancera. Cuatro, como ya se dijo es «gato» en la China. Pero es «soldado» en la charada India y «vela» en la Americana; «llave» en la charada Cubana y «militar» en la Hindú, en tanto que es «pavo real», en Matanzas. La lista, anuario de la Renta de Lotería de La Habana, trae las seis charadas y el significado de los cien números que conforman cada una de ellas. De manera especial inserta asimismo todos los significados de cada uno de los números de la charada China. Así, 24 no es solo «paloma». Es también «música, carpintero, cocina y pescado grande». El 28 es «chivo», y también «bandera, político, uvas y perro chico», en tanto que 62 es «matrimonio» y además «nieve, lámpara, visión, academia y carretilla». Completa este cuaderno los meses en que suelen salir cada uno de los números de la charada, y versos que marcaron hitos memorables en su devenir y el número que les correspondió, como aquel de «Un candelón que nadie lo apaga», y tiraron el cuatro. O aquel otro de «Un sabio que no adivina», y salió el 22, «sapo». . -- Ciro Bianchi Ross cbianchi@enet.cu http://wwwcirobianchi.blogia.com/ http://cbianchiross.blogia.com/

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